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JESUCRISTO REINARÁ POR SIEMPRE

ESTA PÁGINA   ES CREADA CON LA ÚNICA FINALIDAD DE PROCLAMAR EL EVAGENLIO DE LA SANA DOCTRINA
LA ÚNICA VERDAD QUE LA ENCONTRAMOS EN LAS SAGRADAS ESCRITURAS
NOSOTROS CREEMOS EN EL PADRE, EL HIJO Y EL ESPIRITU SANTO  Y LA SALVACIÓN SÓLO LA OBTENEMOS A TRAVEZ DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES
A ÉL SEA LA GLORIA , HONRA Y ALABANZA.

ALERTA!!!!!

DESCARGA EN EL SIGUIENTE LINK UN LIBRO QUE NO QUIEREN QUE LEAS Y QUE DESENMASCARA ABIERTAMENTE A LA IGLESIA CATÓLICA

http://books.google.com.ec/books?id=8qn_YS-nIcMC&pg=PA7&hl=es&source=gbs_toc_r&cad=4#v=onepage&q&f=false




ALERTA!!!!!

ENSEÑANZAS IMPACTANTES

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¿QUIEN SOY YO?

Nuestro Creador sabe quienes somos. Todo lo dejó escrito en su Pa­labra eterna, la Biblia, donde podemos averiguar como fuimos crea­dos, que nos hicimos a nosotros mismos, a que nos lleva ésto, y que po­demos llegar a ser cuando aceptamos el rescate que Dios nos ofrece. 

Algunos desconocen por completo lo que Dios ofrece para resca­tarles, otros saben algo al respecto, pero necesitan estudiar más para comprenderlo. Otros luchan contra Dios para no ser rescatados por El, mientras otros aceptan el rescate que Dios les ofrece, y siendo rescatados, descubren que en Cristo están ahora personas nuevas con un gran destino eterno.

Mi alma es eterna, y llegará a ser exactamente lo que yo le permi­ta que El Creador haga de ella. Esto se determina, o por rechazarle con el resultante inutilidad de la eternidad sin fin, o aceptarle y obe­decerle fielmente dejando que El nos haga participar como Su Esposa del trono eterno del universo junto con El!




¿CUÁNDO MIENTE UN LÍDER ESPIRITUAL?


 Pastor: Omar Enrique Saiz

-Cuando se empiezan a ocultar algunas verdades bíblicas que comprometen su actuar en el ministerio y en su vida personal.

-Cuando no se quiere ofender a nadie con el mensaje en las congregaciones, por temor de detener el crecimiento de las iglesias, o por el temor de perder popularidad e ingresos económicos.

- Cuando doctrinalmente ve que alguien está siendo engañado y el no interviene para librarlo del mal, pudiendo hacerlo.

- Cuando el engaño doctrinal se ha infiltrado sutilmente y existe temor de reconocer el error por miedo a perder importancia ante los ojos de los demás

- Cuando su vida de oración esta en crisis permanente y se predica cualquier tema improvisado en el altar.

- Cuando por temor se favorece a alguien del mismo nivel o de un cargo de más autoridad, congraciándose en la injusticia o en la mentira en detrimento de la verdad.

- Cuando se hace acepción de personas y se atiende mejor a unos que a otros. Asignar tareas desagradables a quienes por su “posición social”, o “posición ministerial”,considera que valen menos que otros.

- Cuando siente envidia en su corazón por la prosperidad o los logros de otros y denigra de la labor que ellos adelantan.

- Cuando se utiliza el poder y la autoridad para promover a alguien por amistad, por intereses personales u opinando en contra de otros desconociendo aun las capacidades y los meritos de ellos.

- Cuando se fuerza a los oyentes a creer la mala o subjetiva interpretación que se hace de enseñanzas, versículos o pasajes de las escrituras.

- Creer que por los muchos años de predicar, enseñar o por la autoridad que se tiene, nadie puede saber o discernir mejor que el.

- Cuando se cree que en la congregación, la mayoría es inculta o ignorante de algún tema que el maneja con destreza.

- Cuando se trata mal a la audiencia con palabras como: “por si no lo sabían” “aprendan esto” “sino lo entendía entiéndalo” “agradezcan que por mi” “pero que va a saber de esto..fulano” y muchas frases mas donde se exhibe el orgullo y la petulancia del predicador se hace insoportable”

- Cuando se utiliza mal el idioma y la disculpa para no mejorar es que “lo vil y lo menospreciado del mundo escogió Dios” “Yo soy de una extracción muy humilde” o “yo no me creo un predicador refinado” para dejar las cosas sin corregir, cuando no debe ser así.

- Cuando creer que llegar tarde y hasta no pedir disculpas, es un privilegio para los que están en su puesto, nivel o autoridad.

- Cuando se engaña así mismo al reforzar su nivel de autoridad, saludando arrogantemente a los de menos jerarquía o utilizando nombres despectivos para llamar a las personas con frases como: “Hola Hijo” “Dios te bendiga Mijo” “que tal..fulano” o levantar levemente una ceja o decir un “que tal” aun acompañado del “Dios te bendiga” Saludar o despedir a alguien sin ni siquiera mirarlo lo suficiente a los ojos.

- Cuando irrespetuosamente trata a un siervo de Dios con el Nombre Crudo sin mencionar la palabra “Hermano”, sin tener la suficiente confianza o amistad como para hacerlo.

- Cuando se amenaza a los subordinados con palabras como “Recuerden que si hacen esto o aquello…”, “..me veré en la obligación de...”, “.. Por que aquí yo soy la autoridad”, “ Usted no sabe más que yo”, “agradezca que..”, “ Usted pretende pasar por encima mío o que?” y otras palabras y actitudes desobligantes.

- Cuando desde que se pasa al altar todos sus gestos, su lenguaje fuerte, altivo y su manera de moverse, pone de manifiesto el orgullo, la prepotencia y el aparente “control” o “unción” que maneja sobre el auditorio.

- Cuando sube el nivel de la voz o pone un ademán de entrega espiritual para decir “ Aquí está la Unción” “Aquí está el Fuego” “se siente la presencia de..” cuando la audiencia no está experimentando nada y quiere forzar el momento espiritual sin que sobre su vida se mueva de manera poderosa y evidente la unción de Dios.

- Cuando su predicación y ministración solo se basan en una palabra de exhortación gritona permanente, sin ir acompañada de la debida misericordia, gracia del Espíritu Santo y lágrimas sinceras de consejo de alguien que realmente se duele por el pecado.

- Cuando invita a la gente al altar de manera casi impuesta para ministrarle, cuando su mensaje no ha dejado mas que un vació y un sabor amargo e incomodo en la congregación, desconociendo que esto es un irrespeto con el Señor y los asistentes.

- Cuando deja entrever en sus palabras sus logros aparentes como “Yo Hice” o “por mi es que…” “ Yo fui el que logró..” y otras fáciles de identificar.

- Cuando no asume con humildad su posición y trabajo y trata de impresionar a sus superiores o se convierte en la sombra de algún líder, no para servir con desinterés, sino para brillar con la luz del otro.

- Cuando maltrata a su pareja o a su familia pero trata con delicadeza a otros.

- Cuando por no herir a alguien no le dice la verdad acerca de lo que está pasando en su vida espiritual y por no ofenderlo se limita a darle ánimo, a orar por el, medio aconsejarlo o despedirlo pero muy dentro de su corazón sabe que no le ha dicho la verdad de Dios a esa persona.

- Cuando permite una actitud de pecado recurrente en la congregación y no le pone remedio.

- Cuando se resiente con la congregación en vez de predicarles la palabra que sabe que están necesitando.

- Cuando exige a otros lo que él no está dando.

- Cuando impone siempre su criterio sin pedir la opinión de otros aunque el tenga la razón.

- Decir que algo es de Dios solo por que a él le parece, sin tener la seguridad de Dios para afirmarlo.

- Volverse a métodos humanos para solucionar problemas en la obra de Dios, abandonando la fe en Jesucristo y perdiendo la confianza en el Nombre de Jesús.

- Hacer planes sin consultarle al Señor y llamarlos “planes de Dios”.

LA PORNOGRAFÍA TE RESERVA UN LUGAR EN EL INFIERNO ¿ POR QUÉ?

Porque cada vez que tú miras la pornografía cometes inmoralidades en tu corazón. La Biblia te dice: Cualquiera que mira a una mujer para codiciaría, ya adulteró con ella en su corazón (Mateo 5.28).

Y los que cometen inmoralidades van al infierno. La Biblia te lo asegura:

Los fornicarios (...) tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre (Apocalipsis 21.8).

La pornografía no sólo te destruye a ti cuando la miras; también destruye a las mujeres que se prestan para exhibirse. ¿Buscas tú el bien de la mujer? Entonces no podrás apoyar la destrucción de la mujer, mirando la pornografía. La Biblia dice:

El amor no hace mal al prójimo (Romanos 9.10).

Amigo, Dios te ama. Por eso te manda a que dejes de mirar la pornografía. Él te invita a arrepentirte de tu obscenidad. El te perdonará y te limpiará por medio de la sangre de Cristo.

La voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de la fornicación" (1 Tesalonicenses 4.3).

Únicamente de esa manera tú podrás evitar el lugar que tienes reservado en el infierno

CONTINUAR CON ESTE ESTUDIO EN LA PESTAÑA DE ENSEÑANZAS ESCRITAS 


EL FIN

¿Desea una respuesta amigo lector?

¿Por qué el hombre entra tan fácilmente por el camino del pecado?

¿Por qué lo malo se adueña tan fácilmente del hombre?

¿Por qué lo que no agrada a Dios, convence tan rápidamente al hombre?


Esta es la única respuesta que puede darse a las preguntas que usted acaba de leer. Y voy a darle algunos ejemplos de lo que estoy diciendo.

•          El drogadicto, sólo mira el momento de placer que le ofrece la droga.

•          El jugador, sólo ve la posibilidad de ganar dinero rápidamente.

•          El asaltante, sólo piensa en la manera rápida de adquirir un poco de dinero.

•          La   mujer  que  vende  su   cuerpo, transitoriamente, sólo piensa en lo fácil que es tener dinero al momento.

•          El adúltero, sólo piensa en el momento del placer sexual que pasa con una mujer.

•          El comerciante deshonesto, que adultera el  producto que vende,  sólo repara en lo que ganará con esa venta; pero no piensa que eso lo desacreditará en el futuro.

•          El  camino  al   patíbulo   puede  ser hermoso y bien arreglado; pero su fin…


El Señor Jesucristo en una memorable ocasión dijo estas solemnes palabras: «¿De qué valiera al hombre si ganare todo el mundo y perdiere su alma?».

¿De qué valiera a usted, amado amigo/a, vivir en placeres y disipaciones si al fin pierde su alma?

¿A qué fin se refiere usted, me dirá ?

Pues al fin de la muerte. La muerte es el fin de la vida. 

¿A dónde irá su alma cuando usted muera?

Después haber leído lo anterior, piense en cuál es el fin del camino por donde ahora va, y piense por un mo­mento también, en el fin adonde llegará.

El sabio Salomón dice en el libro de Los Proverbios: «Hay camino que al hom­bre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte». Y ESTA ES LA MUERTE ETERNA.

Jesús dijo: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí». Lector amable, el Señor lo está llamando, escuche su voz.