MOVIMIENTO DE LOS SANTOS DE LOS ÚLTIMOS DÍAS
(MORMÓN).
Dicen ser la única iglesia verdadera, pues son "el reino de Dios sobre la tierra" ("Doctrinas y Pactos").
EL Fundador de la iglesia de los santos de los últimos días, Joe Smith. Cuando tenía quince años en 1820, dijo que lo había visitado el ángel Moroni y que le preguntó a qué iglesia debía unirse. Moroni le dijo que se uniera a ninguna, porque todas las religiones y credos eran falsos y todos los ministros eran corruptos y una abominación ante Dios ("La perla de gran precio" 2.15-17).
Smith declaró que Dios le mandó instituir la poligamia. Tuvo 47 "esposas oficiales", ocho de las cuales tenían entre catorce y diecinueve años. Contó que una raza de hombres vivía en la luna vestidos como cuáqueros; tenían un metro ochenta de alto y mil años de edad
Smith dijo que posteriormente Moroni le dio la orden de comenzar la Iglesia Mormona con el "evangelio restaurado". Esta visita es contada en "Diario de Discursos" 13.77-78
Después lo hizo Dios el Padre y Jesucristo. Tres años más tarde, Moroni le condujo a una colina cerca de Palmyra, estado de Nueva York, donde, según cuenta, desenterró "placas de oro" que estaban allí desde el año 420. Moroni era el "hijo resucitado" de Mormón, pero ahora era un ángel. Esas placas fueron traducidas por Smith de sus "jeroglíficos en antiguo egipcio" y llegaron a conocerse como "Libro de Mormón".
Ahora, los mormones tratan de extraer esas declaraciones de los registros de su fundador.
En 1833 predicó que las ciudades de Nueva York, Albany y Boston serían destruidas en su tiempo si rechazaban su mensaje. Esas ciudades no aceptaron el estilo de vida de Smith pero no fueron destruidas por Dios a causa de ello. También profetizó que la ciudad de Sión sería establecida en Independence, estado de Misuri ("Doctrinas y Pactos", 84.97, 101).
En el mismo libro, dice que cerca del Polo Norte hay una tierra cálida y fructífera donde viven las diez tribus perdidas de Israel. Dijo que la iribú de Manases era más numerosa que las demás y, aunque no sean judíos, que los mormones proceden de las tribus de Efraín y Manases
En esa época, había rumores de que estallaría la guerra entre el Sur y el Norte y Smith profetizó que se extendería "por todas las naciones", pero eso no ocurrió. La Biblia advierte sobre los falsos profetas (Deuteronomio 13.1-5; Mateo 7.15; 24.4-5, 24; 1 Juan 4.1, etc.). Smith declaró que había tenido visitas de Juan el Bautista en mayo de 1829 y le había dado autoridad para bautizar y desde entonces los mormones dicen que ellos son los administradores legales del bautismo y la cena del Señor y que todos los demás son falsos. También pretendió haber sido visitado por Moisés, Elías, Miguel, Gabriel y, por supuesto, Moroni ("Historia de los mormones", p.35).
Murió en 1835 y es considerado un mártir, pero ¿cuál es la verdadera historia de esa muerte? El periódico de Nauvoo, Illinois, lo criticó por sus prácticas polígamas y una noche Smith hizo asaltar la imprenta y echar los materiales a la calle. Junto con su hermano, fue arrojado a la cárcel. Ese ataque contra Smith fue muy posiblemente hecho por masones.
Anteriormente se había unido a ellos. En una pelea a tiros, mató a dos atacantes e hirió a otro, pero él y su hermano también murieron en el tiroteo.
Pablo escribe en Gálatas 1:7-9: "si aún nosotros, o un ángel del cielo, os anuncia un evangelio diferente del que os hemos anunciado, anatema"
DOCTRINA MORMÓN
NO BASAN SU FE EN LA BIBLIA
Los mormones dicen que creen en la Biblia hasta donde se ha conservado la traducción correcta. Afirman que la "iglesia apóstata" la ha corrompido gravemente, quitando muchas partes y agregando otras. Han publicado su propia versión de la Biblia (2 Tim. 3:16-17).
NO TIENEN A LA BIBLIA COMO SU ÚNICA REGLA DE FE Y PRACTICA
El mormonismo dice que la Biblia es insuficiente. No contiene toda la verdad que Dios desea dar a su pueblo. Por lo tanto, Él ha dado otras revelaciones a José Smith que están en el mismo nivel de la Biblia. Estas se hallan en sus libros: "Él Libro de Mormón", "La Perla de Gran Precio" y "La Doctrina y Los Pactos". Son la guía suprema para la iglesia. Además, Dios habla por medio del sacerdocio. Los Oráculos Vivos "valen más para los Santos de los Últimos días que todas las Biblias" (Salmos 138:2; Filipenses 3:16).
NO CREEN QUE HAY UN SOLO DIOS
El mormonismo enseña que hay muchos dioses. Enseñan que todos los dioses, inclusive Jesucristo y su Padre, tienen cuerpos gloriosos de carne y hueso
Están sujetos a las leyes que gobiernan lo físico y están en todo el universo. Enseñan que los dioses han sido humanos. Tienen muchas esposas y procrean hijos. Los hijos de estas uniones celestiales son espíritus que esperan la oportunidad de nacer en el mundo. Si oyen la doctrina mormona, la aceptan y cumplen fielmente con todas las obligaciones de la iglesia, después de la muerte serán dioses (1 Timoteo 2:5)
NO CREEN EN LA DEIDAD DE CRISTO
Dicen que Jesucristo fue el Hijo de Dios-Adán y María. No fue engendrado por el Espíritu Santo, sino por generación natural. Enseñan que Jesús tuvo varias esposas, entre ellas, Marta y María, las hermanas de Lázaro y María Magdalena. Fue de esta manera que pudo "ver su linaje" prometido (Juan 10:30; Juan 1:1-3)
NO CREEN EN LA RELACIÓN DIRECTA DE DIOS PARA CON LOS HOMBRES
Enseñan que el sacerdocio mormón reparte los dones del Espíritu Santo a su voluntad. Sin embargo, la Biblia enseña claramente que Dios ahora se relaciona y trata directamente con cada individuo (1 Timoteo 2:5; 1 Pedro 2:9; Hebreos 4:14-16)
NO CREEN EN LAS LEYES ABSOLUTAS DE DIOS
Enseñan que Adán se vio en necesidad de desobedecer uno de los mandamientos de Jehová para poder cumplir con otro más importante, el de poblar la tierra. Por la desobediencia de Eva, ella había sido condenada a la mortalidad. Para poder retenerla por esposa y poblar la tierra, él también tendría que hacerse mortal. Sabiamente desobedeció también para que pudiera nacer la raza humana (Santiago 1:13-14)
NO CREEN EN LA OBRA PERFECTA DE CRISTO
El mormonismo enseña que Jesucristo expió solamente el pecado de su Padre, Dios-Adán. Esto hizo posible la liberación de la humanidad de los efectos de la caída, pero no era para redimir al hombre de los pecados individuales (Hebreos 10:10-12; Juan 19:30)
NO CREEN EN LA SALVACIÓN POR GRACIA
Se enseña que los que han muerto sin ser bautizados en la iglesia de los mormones tendrán una oportunidad de oír la predicación de la verdad en el mundo de los espíritus. Muchos creerán pero no tienen allí la oportunidad de bautizarse para ser salvos. Por lo tanto, los fieles que aún viven deben bautizarse en lugar de cada difunto cuya conversión desea. Así pueden tomar parte, cuantas veces deseen, en la salvación de las almas
Enseñan que el estado eterno de la mujer depende de haber dado a luz a hijos en esta vida. Basan su idea de la salvación por medio de la maternidad sobre 1 Timoteo 2:15 (Efesios 2:5-9; Hechos 10:11; 2 Timoteo 1:9).
NO CREEN EN LA MONOGAMIA
Según los mormones, los fíeles llegarán a ser dioses, como Adán-Dios. Si los esposos son "sellados" en el templo, el matrimonio es eterno. El hombre, con su esposa o esposas como reinas, reinarán sobre el planeta que sea su responsabilidad. Continuarán procreando hijos espirituales eternamente. Las solteras tendrán que servir en una capacidad inferior en el mundo venidero. Por lo tanto, las mujeres prefieren ser una de varias esposas y no ser una criada por toda la eternidad. Puesto que las leyes del país prohíben la poligamia, pueden celebrarse bodas espirituales para ser esposos en el cielo aunque no puedan casarse ante la ley ahora. José Smith escribió las palabras siguientes sobre el matrimonio celestial:
"Abraham recibió concubinas y ellas dieron a luz a sus hijos, y le fue contado por justicia. Id, por lo tanto, y haced las obras de Abraham; entrad en mi ley y seréis salvos" (Doctrinas y Pactos 132:37, 34). Que vea Mateo 19:5-6; 1 Corintos 7:2; Efesios 5:31)
NO CREEN EN EL JUICIO ABSOLUTO DESPUÉS DE LA MUERTE
Creen que los paganos resucitarán con los justos y tendrán la oportunidad de oír la verdad. Si la aceptan serán salvos; si la rechazan, condenados (Hebreos 9:27; Apocalipsis 20:11-15).
Habiéndose enterado el lector de las doctrinas falsas del mormonismo por medio de este análisis, es posible que dirá: "¿Qué bien cree el autor resultará por quitar así la máscara de este sistema falso; sacando a la luz del día la duplicidad de ésta impostura? ¿Por qué no dejar en paz a esta gente, ahora pacífica y digna de elogio por muchas razones? Al fin, ¿no son completamente sinceros los mormones?"
La contestación a estas preguntas se encuentra primeramente en las palabras del apóstol Pablo cuando declara que es obligación de "el siervo del Señor que...con mansedumbre corrija a los que se oponen: sí quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a la voluntad de él" (2 Timoteo 2:25-26).
En segundo lugar, la Biblia declara que todos nosotros, por pertenecer a una raza caída moral y espiritualmente, o actualmente en rebelión contra Dios, estamos en peligro de ir al infierno, por TODA LA ETERNIDAD. La Biblia también afirma claramente que la única manera de salvarse es mediante un arrepentimiento verdadero y una fe no fingida en el Señor Jesucristo de que habla el evangelio
¿No sería pues un crimen incalificable dejar perecer a tantos sir tenderles la mano?¿No sería una falta de amor el rehusar de exponer el error y a la vez anunciarles que no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres en que podamos ser salvos? (Hechos 4:12). Si yo estuviera en el lugar de un mormón, hubiera deseado que alguien me desengañara; y si como un mormón llegara al infierno, ¿no culparía yo a los cristianos que guardaron silencio y me dejaron perecer sin echarme una soga para salvarme?
Amigo mormón, le ruego admitir la perfección y suficiencia de las SAGRADAS ESCRITURAS (Santa Biblia), y desechar terminantemente toda adición y modificación que cualquiera quisiera hacer a ellas (Apocalipsis 22:18-19). Sobre todo hínquese en la presencia del Dios de amor y verdad (que no es hombre que muda), y pida la iluminación del Santo Espíritu de Dios para ver la hermosura de la luz divina en la Santa Biblia, y volviendo las espaldas a lo falso, conozca la libertad gloriosa que el Hijo de Dios da (Juan 7:17; 8:31-32,36).